El Ajuntament de Barcelona se pronunció en 2015 en contra de la aplicación del glifosato y al comenzar el año 2017 este herbicida fue descartado en las actuaciones diarias de Parcs i Jardins. Y muchos ciudadanos lo celebramos, pero éste no es el único producto químico cuya toxicidad nos preocupa, hay muchos más.
Entre los días 3 y 8 de febrero el Ajuntament anunció el tratamiento de la vegetación con FASTAC en el Parc de LÒreneta y durante todos estos días, debido a la floración de los almendros, que está en su punto álgido, así como la del durillo, el romero, las mimosas, etc, la presencia de abejas y abejorros en plena actividad polinizadora ha sido muy evidente, además de muchos otros insectos.
El FASTAC es un insecticida de los laboratorios BASF utilizado contra insectos parásitos de plantas, actuando sobre su sistema nervioso y provocándoles la muerte. En las indicaciones que acompañan al producto se advierte de su toxicidad para las personas por contacto, ingestión o inhalación de sus vapores. También dice que es peligroso para las abejas y que no debe aplicarse durante la floración de los cultivos donde haya abejas en pecoreo activo. Alerta también sobre su capacidad de contaminar el agua, resultando muy tóxico para los organismos acuáticos, pudiendo, dice, provocar a largo plazo efectos negativos en el medio ambiente. La OCDE lo considera difícilmente biodegradable… Y el día 7 llovió abundantemente sobre el Parc de L’Oreneta, así que si se llegó a aplicar el FASTAC, una parte de él se diluyó en el agua y la contaminó, yendo previsiblemente a parar al mar y contribuyendo a contaminarlo un poco más.
El producto tóxico que haya afectado a las abejas y otros insectos polinizadores será la causa, una vez más, de la disminución de los insectos, las aves insectívoras, los murciélagos… y de que muchos ciudadanos nos lamentemos por la pérdida de biodiversidad y que nos preguntemos por la falta de coherencia de una administración que crea organismos encargados de velar por la conservación de la naturaleza y al mismo tiempo sigue utilizando en nuestros parques sustancias tóxicas incompatibles con la vida.
Entre los días 3 y 8 de febrero el Ajuntament anunció el tratamiento de la vegetación con FASTAC en el Parc de LÒreneta y durante todos estos días, debido a la floración de los almendros, que está en su punto álgido, así como la del durillo, el romero, las mimosas, etc, la presencia de abejas y abejorros en plena actividad polinizadora ha sido muy evidente, además de muchos otros insectos.
El FASTAC es un insecticida de los laboratorios BASF utilizado contra insectos parásitos de plantas, actuando sobre su sistema nervioso y provocándoles la muerte. En las indicaciones que acompañan al producto se advierte de su toxicidad para las personas por contacto, ingestión o inhalación de sus vapores. También dice que es peligroso para las abejas y que no debe aplicarse durante la floración de los cultivos donde haya abejas en pecoreo activo. Alerta también sobre su capacidad de contaminar el agua, resultando muy tóxico para los organismos acuáticos, pudiendo, dice, provocar a largo plazo efectos negativos en el medio ambiente. La OCDE lo considera difícilmente biodegradable… Y el día 7 llovió abundantemente sobre el Parc de L’Oreneta, así que si se llegó a aplicar el FASTAC, una parte de él se diluyó en el agua y la contaminó, yendo previsiblemente a parar al mar y contribuyendo a contaminarlo un poco más.
El producto tóxico que haya afectado a las abejas y otros insectos polinizadores será la causa, una vez más, de la disminución de los insectos, las aves insectívoras, los murciélagos… y de que muchos ciudadanos nos lamentemos por la pérdida de biodiversidad y que nos preguntemos por la falta de coherencia de una administración que crea organismos encargados de velar por la conservación de la naturaleza y al mismo tiempo sigue utilizando en nuestros parques sustancias tóxicas incompatibles con la vida.
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